Pronunciada en el acto de defensa de su tesis
doctoral
A la doctora Dª. Laura Soler Azorín
"Señora
presidenta, señores miembros del tribunal:
Muchas
gracias por darme la oportunidad de compartir algunas de mis reflexiones.
Conozco
a la doctoranda desde que nació. Tengo grabadas en mi retina y en mi memoria
innumerables evidencias de su vida y de su trayectoria académica.
He
dedicado cuarenta y dos años de mi vida profesional a la educación de niños y
adolescentes, en la escuela y en el instituto; también a la formación de
jóvenes y menos jóvenes en la universidad y en otros contextos. En esa trayectoria
he conocido muy pocos casos en los que el empeño educativo de profesores y
profesionales, la obsesión personal por el aprendizaje y la superación, o ambas
cosas a la vez, hayan dado unos frutos tan espléndidos como el que representa
la doctoranda.
Laura
Soler es un ejemplo para todos, como persona y como estudiante. Alguien que
tiene grabada en su ADN la vieja máxima de Paulo Freire que dice: “la cuestión
está en cómo transformar las dificultades en posibilidades”. Ese ha sido el
hilo conductor de su vida y de su formación: enfrentarse a los retos con
determinación, con esperanza y con tesón. Y al mismo tiempo, con inteligencia y
con libertad para elegir sus metas, sin doblegarse o rendirse frente a las
dificultades o los problemas, fueren estos circunstanciales o estructurales.
A
Laura Soler Azorín la alumbró su madre cuando este país recuperaba las
libertades públicas y los derechos fundamentales. Un tiempo irrepetible en el
que muchísimos descubrimos -aunque nos habían enseñado lo contrario– que el
camino no estaba trazado, que podíamos construirlo e improvisarlo mientras
recorríamos la distancia que mediaba entre donde estábamos y nuestro imaginado
destino, que unas veces nos parecía corta y otras se alargaba casi hasta el
infinito. Así se puede imaginar también su vida, fiel al aforismo de “caminar
con tiento, avanzar con riesgo”. O, dicho de otro modo, “cuidar de lo que se
tiene, apostar por lo imposible”.
Laura
es un ejemplo de superación que nos estimula a todos. Un ser cercano, sencillo,
cariñoso, tierno, vulnerable... Y al mismo tiempo una persona arriesgada,
retadora, exigente, luchadora, valiente y esforzada, que contagia su
optimismo.
Es alguien
que no deja de asombrarnos. Cuando la miras por primera vez, tus ojos aprecian la
imagen de una mujer desvalida y expuesta; aparentemente impotente para bregar
con posibilidades de éxito en el mundo competitivo, insensible e insolidario
que habitamos. Laura mueve casi indefectiblemente a la compasión cuando,
paradójicamente, a poco que la conozcas, sabes que ese es uno de los primeros
vocablos que desterró de su vocabulario. Su vida es justamente lo contrario: es
básicamente resolución y alegría. La exprime cada día mientras reivindica
incansablemente sus derechos y los de los demás.
Hoy
asistimos a la presentación de su último trabajo, un proyecto que representa la
culminación de su formación académica. Sabemos por experiencia el ímprobo
esfuerzo que exige componer una tesis doctoral: una empresa que parece no tener
fin y que pone a prueba el temple del más dilecto estudiante. Obviamente, no
entraré a valorar el contenido de su trabajo porque, además de una temeridad,
sería un despropósito.
Pero
me resisto a obviar la mención del abrumador esfuerzo que ha supuesto para la
doctoranda. Estoy convencido que su arrojo, el empeño que se autoimpone para
alcanzar sus metas y la resistencia que le ha proporcionado su maratoniano tesón
han sido elementos fundamentales para que lograse consumar con éxito la
investigación. Pero seguramente no lo ha sido menos la pasión que siente por la
materia que ha investigado. Son lustros enteros ocupada y preocupada por el
conocimiento y el análisis de las telenovelas, un fenómeno planetario que mueve
enormes intereses sociopolíticos y económicos. Concuerdo con el profesor Bain en
que esa pasión por la materia es uno de los principales atributos de los buenos
profesores, yo añadiría que también de los
estudiantes excelentes. Desde esta perspectiva, no cabe la menor duda de que
Laura lo es.
Finalmente,
quiero aprovechar para expresar mi reconocimiento al profesor Rovira por su fe
en la doctoranda y por proporcionarle un inequívoco apoyo y servirle de
estímulo intelectual y personal.
También
a la Universidad de Alicante por el esfuerzo que ha hecho y hace para posibilitar
la igualdad de quienes son diferentes. Laura es un ejemplo paradigmático del
éxito institucional en este ámbito. Tengo esperanza en que esta casa sabrá
aprovechar todavía más de lo que lo hace el potencial que tiene la doctoranda,
incorporando a ella sus aportaciones a través de los cauces oportunos. Estoy
seguro de que una comunidad tan sensible e inteligente no dejará que pase
desapercibida una oportunidad tan valiosa.
Felicidades, Laura, por tu trabajo de investigación y por tu ejemplo. Muchas gracias."
Felicidades, Laura, por tu trabajo de investigación y por tu ejemplo. Muchas gracias."
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